SOBRE MI

MI CAMINO EMPEZÓ BUSCANDO LUGARES. HOY BUSCO LAS VIDAS QUE LATEN EN ELLOS.

Te invito a descubrir conmigo la forma más auténtica de viajar: a través de las tradiciones que sobreviven y las costumbres que dan alma a cada paso

No quiero que te pierdas nada… excepto el miedo a viajar diferente.

Hola, soy Ignacio.


Sé que no has llegado aquí por casualidad. Puede que estés buscando algo que no encuentras en los folletos de las agencias, o quizás ya te diste cuenta de que los viajes de verdad no tienen nada que ver con las fotos perfectas de Instagram.

Mi objetivo es simple, mostrarte que todavía existen viajes que no se compran, sino que se viven.
Que no estás solo en querer algo más que un itinerario lleno de “imperdibles” y postales para enseñar.

Quiero que sepas que aquí no vas a encontrar un viaje más. Aquí vas a encontrar la puerta para descubrirlo todo de nuevo. Las miradas que te cambian, los lugares que se sienten como un hogar y las personas que te enseñan a vivir despacio y con curiosidad.

No me interesa convencerte de nada. Solo quiero que sientas que, si alguna vez soñaste con un viaje donde la prisa no tiene lugar y donde cada paso es un descubrimiento, este puede ser el comienzo.

Acompañarte a que viajes con el corazón despierto, no con la cámara siempre lista

A lo largo de los años, he visto cómo muchos viajeros se sienten atrapados en itinerarios que no les dicen nada. Vuelven a casa con fotos bonitas… y un vacío que no saben explicar.

Lo que puedo hacer por ti es sencillo y, a la vez, inmenso:

– Diseñar contigo un viaje que tenga sentido para ti.

– Ayudarte a encontrar esos lugares donde no hay guías ni itinerarios, solo vida real.

– Ponerme en tu lugar para que cada día de tu viaje sea una historia que merezca ser contada.

No soy un guía de monumentos, ni te voy a recitar datos que puedes leer en internet. Lo que hago es escucharte para entender qué buscas, para saber cómo quieres sentirte cuando llegues y cuando regreses.

Te acompaño a viajar sin prisa, a descubrir lo que no se ve en los mapas y a volver a casa con algo más que una lista de “sitios visitados”.

Te ayudo a encontrar el alma de cada lugar… y la tuya propia

La forma en la que viajo —y la que te propongo— no es para todos. Y eso está bien.

Es para quienes creen que los mejores recuerdos no caben en una tarjeta de memoria, sino que se quedan guardados en el corazón.

Si eres de los que siente que un viaje no empieza en un aeropuerto, sino cuando decides abrir la puerta de un hogar y compartir un trozo de pan con un desconocido… este viaje es para ti.

Te ayudo a:

* Entrar en comunidades que no están en las guías.

* Vivir los días como se viven allí, sin reloj.

* Conversar con las personas que todavía creen que cada historia merece ser escuchada.

Trabajo con personas que no temen ensuciarse los zapatos por caminar un poco más lejos del camino marcado. Personas que saben que la belleza está en lo pequeño, en el gesto de una abuela que te ofrece un plato de sopa sin conocerte, en el niño que te regala una sonrisa aunque no comparta tu idioma.

Mi forma de viajar es humana. No se trata de ver más, sino de ver mejor. No se trata de llenar un álbum de fotos, sino de volver con un cuaderno lleno de nombres, de olores, de momentos que valen más que cualquier monumento.

Aquí… prefiero dejar que hablen otros

No hay mejor carta de presentación que las palabras de quienes ya han viajado conmigo:

👉 Viajeros que llegaron buscando experiencias auténticas y volvieron con amigos, con historias que no se venden en ninguna agencia.

👉 Conversaciones de WhatsApp que no necesitan filtros para mostrar lo que se siente cuando compartes el calor de un brasero en invierno o la calma de un atardecer en una aldea donde el tiempo parece detenerse.

Cada testimonio es un recordatorio de que lo que hago tiene sentido. No porque lo diga yo, sino porque ellos lo viven.

NO soporto ver cómo el turismo mata lo que toca

Durante mucho tiempo fui uno de esos turistas que se creían “viajeros”. Tenía listas interminables de “lo que no me podía perder”. Cumplía con cada monumento, cada ruta, cada foto. Y sin embargo, volvía vacío.

Hasta que entendí que el turismo masivo arrasa con lo más valioso; las miradas que te enseñan sin palabras, las comidas que saben a historia, las manos que te muestran el verdadero significado de pertenecer.

Wanderia Travel nació de esa incomodidad, la de no querer ser cómplice de un turismo que convierte lo real en folklore para turistas.

Por eso, cada viaje que creo es un acto de respeto. 

Una forma de recordar que viajar no es consumir, es compartir.

De hacer listas de monumentos a escuchar las historias de los que los construyeron

Durante más de una década, viajé con la prisa de quien cree que viajar es tachar lugares en un mapa. Corría para ver todo y al final volvía con fotos… pero sin historias.

Hasta que un día, en una aldea de la China rural, lo entendí todo sin esperarlo.

Era invierno y el frío cortaba como cuchillos. Nos alojamos en una casa de madera que crujía con cada paso. No había lujos. No había grandes paisajes. Pero sí había un fuego encendido, una abuela preparando el desayuno para su nieto, y una sonrisa que no necesitaba traducción.

Ella nos ofreció comida caliente sin hablar nuestro idioma. Me enseñó, sin palabras, que viajar de verdad no es ir de un sitio a otro, sino dejar que los lugares y las personas se acerquen a ti. Que la esencia de un destino no está en los templos ni en las fotos, sino en los ojos que te miran como a un invitado, no como a un turista.

Desde entonces, viajo de otra manera. Dejé atrás los itinerarios cerrados y las listas de monumentos. Aprendí a detenerme, a escuchar, a compartir. A no buscar fotos, sino encuentros. Y a descubrir que las historias que te cambian la vida no las encuentras en las guías de viaje, sino en los pequeños gestos cotidianos de quienes te reciben.

Ahora, todo eso lo comparto contigo: el arte de viajar sin prisa, de descubrir lo esencial y de volver con algo mucho más valioso que un recuerdo… una historia que contar.

Pareja frente a las Puertas del Cielo del templo Lempuyang en Bali, con reflejo simulado en el suelo

La mejor historia de un viaje siempre empieza con un café y una sonrisa

Podría contarte cómo me he perdido en pueblos que no aparecen en esos itinerarios tan habituales, cómo me he sentado en cocinas donde el fuego aún es de leña y las recetas pasan de abuelos a nietos.

O cómo he aprendido que no hay nada más poderoso que una sobremesa larga, donde el idioma no importa y donde todos somos iguales.

Pero prefiero que seas tú quien lo descubras.
Hay momentos que no se pueden describir con palabras.

A veces, el viaje más transformador es el que no tenías planeado.
Y esas son las historias que más me gusta compartir.

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¡No te olvides tu regalo!

Descubre las 7 formas de escapar del turismo de masas, y vivir un viaje auténtico en comunidades rurales, para reconectar contigo mismo.

He preparado este regalo para ti. Una guía con 7 formas de dejar atrás el turismo de masas y empezar a viajar como se viajaba antes. Con calma, con curiosidad y con el corazón despierto.

Encontrarás ideas sencillas pero poderosas para conectar de verdad con las personas y los lugares, y para que tu próximo viaje no sea solo un destino… sino un camino que te cambie para siempre.

Tómala como una invitación a empezar a viajar de otra manera.

Y si en algún momento quieres compartir tus dudas, ideas o sueños de viaje, aquí estoy para escucharte. Escribeme cuando quieras, estamos al otro lado para ayudarte.

¿Listo para descubrir lo que de verdad importa?